Resultados WWE RAW 28 de abril 2025
Resultados WWE RAW 28 de abril de 2025
La edición de Monday Night RAW arrancó con la presencia de Seth Rollins, Bron Breakker y Paul Heyman en el centro del ring. Rollins tomó la palabra rápidamente, dejando en claro que, aunque a muchos fanáticos de CM Punk y Roman Reigns les pueda doler, ellos tres son quienes verdaderamente liderarán el futuro de WWE. Según Seth, el camino de la industria ya no pasa por leyendas del pasado, sino por las manos de quienes dominan el presente.
Sin embargo, no pasó mucho tiempo antes de que Sami Zayn interrumpiera el discurso. Zayn subió al cuadrilátero dispuesto a desacreditar todo lo que Rollins, Breakker y Heyman representaban, tachándolo de «un montaje» y cuestionando en qué se diferenciaban realmente de aquellos a quienes critican, como Punk y Reigns. Para Sami, el resentimiento de Seth no era ira, sino pura envidia por no ocupar el puesto de máximo referente.
Rollins no se amilanó y reafirmó que ellos eran el verdadero rostro de esta nueva era, pero Sami no se dejó convencer y comparó su conducta con la arrogancia de The Bloodline. El intercambio subió de tono, y Rollins advirtió a Zayn que debía elegir: unirse a ellos o convertirse en su próximo enemigo. Como gesto de "buena voluntad", incluso le ofreció sacarlo de RAW discretamente para evitar mayores daños. Finalmente, Seth le dio un ultimátum: tendría hasta el final del programa para tomar su decisión.
Primer combate de la noche: Rhea Ripley vs. Roxanne Perez
La acción inició con un enfrentamiento entre Rhea Ripley y Roxanne Perez. La contienda fue intensa pero se vio abruptamente interrumpida cuando Giulia atacó por sorpresa a Ripley, provocando la descalificación. No contentas con eso, Roxanne y Giulia continuaron el asalto hasta que IYO SKY apareció como un torbellino para igualar las cosas, obligando a las atacantes a huir del ring. El ambiente quedó caldeado, presagiando futuras confrontaciones.
The Judgment Day y una inesperada oportunidad
En los pasillos, JD McDonagh fue recibido de regreso por los miembros de The Judgment Day. McDonagh y Finn Bálor aprovecharon el reencuentro para intercambiar palabras, hasta que, a través de Liv Morgan, JD reveló que él y Bálor habían conseguido una oportunidad para luchar por los Campeonatos Mundiales en Parejas... si conseguían una victoria esa misma noche. La noticia no fue del agrado de Finn, quien se mostró molesto por haberse enterado de semejante asunto en ese momento y no antes.
Logan Paul aparece en Monday Night RAW
El show continuó con la entrada triunfal de Logan Paul. Sintiéndose imparable tras su victoria en WrestleMania sobre AJ Styles, Logan no tardó en provocarse abucheos al burlarse del público de Kansas, afirmando que no conocían el significado de "ver una verdadera superestrella". En tono arrogante, declaró que su única meta pendiente en WWE es conquistar un título mundial, y señaló directamente al actual Campeón Mundial Pesado, Jey Uso.
Jey no tardó en responder, saliendo al escenario visiblemente molesto. El campeón recordó el arduo camino que recorrió para vencer a Gunther en WrestleMania y dejó en claro que no pensaba permitir que un «YouTuber» llegara a arrebatarle el cinturón. Logan, lejos de amedrentarse, aseguró que en cuatro años ha logrado mucho más de lo que Jey consiguió en quince, y sentenció que su caída será inevitable, tal como ocurrió cuando Uso perdió el Campeonato Intercontinental.
El intercambio terminó de forma explosiva: Jey Uso conectó una potente Superkick a Logan Paul, dejando al público enloquecido mientras el retador se retorcía en el suelo.
Jey Uso, con el Campeonato Mundial Pesado en su hombro, tomó el micrófono para dejar algo claro: tras todo el esfuerzo, sacrificios y batallas que le costó destronar a Gunther en WrestleMania, no pensaba entregar el título a «un simple YouTuber». El campeón enfatizó que los cinturones en WWE no se heredan ni se negocian, se ganan a pulso. Logan Paul, fiel a su estilo provocador, le recordó que en apenas cuatro años dentro de la industria ya ha superado todos los logros que Jey consiguió en más de quince años de carrera. Con toda la arrogancia que lo caracteriza, prometió arrebatarle el título y sentenció que, al igual que cuando perdió el Campeonato Intercontinental, Jey no sería capaz de detener su caída. La respuesta no se hizo esperar: Jey Uso le propinó una brutal Superkick a Logan, dejándolo tendido en la lona ante el estallido de la multitud.
Tras bastidores, vimos a Sami Zayn conversando animadamente con Otis, cuando Paul Heyman irrumpió en la escena. A pedido de Heyman, Otis se retiró discretamente, dejando a Sami a solas con el estratega. Paul, siempre con sus palabras envenenadas, le recordó a Zayn que Seth Rollins lo ve como parte esencial del futuro de WWE, mientras que Bron Breakker es una pieza clave en la nueva estructura que están construyendo. Luego, Heyman hizo una oferta tentadora: Bron Breakker quería enfrentarlo esa misma noche, y si Sami aceptaba la propuesta de Seth de pasar a SmackDown, tendría la oportunidad de enfrentarse al ganador de John Cena vs. Randy Orton por el Campeonato Indiscutido de WWE en Backlash. Antes de marcharse, Heyman lanzó una advertencia sombría: Sami debía elegir entre abrazar el futuro o quedar sepultado junto al pasado.
Becky Lynch hizo su aparición en Monday Night RAW, con rostro serio y sin perder tiempo. De manera directa, confesó ante todos que fue ella quien atacó a Bayley, dejándola fuera de acción. Becky justificó su ataque recordando que 'The Role Model' lleva años saboteándola, desde 2019. No se detuvo allí: también lanzó dardos hacia Lyra Valkyria, admitiendo que alguna vez fue su amiga, pero asegurando que Lyra nunca habría llegado a WWE de no ser por su apoyo. Becky dijo que intentó salvarla, advirtiéndole que junto a Bayley no alcanzaría nada significativo, pero que al final, Lyra resultó ser una gran decepción.
Lyra no tardó en salir para enfrentarla. Visiblemente molesta, confesó que Bayley le advirtió sobre la verdadera cara de Becky, aunque ella prefirió aferrarse a la imagen que tenía de su ídolo. Con voz firme, Lyra Valkyria declaró que «la ilusión de Becky Lynch ha muerto» y juró vengarse por todo el daño que Becky causó, tanto a ella como a Bayley. Además, recordó su victoria previa sobre Becky en NXT, dejando claro que esta vez no sería diferente.
Becky, con desdén, respondió que ella solo pelea cuando el momento es verdaderamente importante y que Kansas no merecía verla luchar. Sin embargo, Lyra lanzó el desafío: la quiere en Backlash, en un mano a mano por el Campeonato Intercontinental Femenino. Además, le dejó claro que ya es una mejor luchadora que ella... y que pronto también sería mejor persona. 'The Man', enfurecida, gritó que sin ella, Lyra jamás habría pisado WWE. Pero Valkyria respondió contundentemente con una Dropkick y un ataque feroz que obligó a Becky a escapar entre el público, dejando claro que la nueva generación viene pisando fuerte.
En camerinos, Nick Aldis tuvo una breve conversación con Penta, donde le informó que la próxima semana tendría un duelo individual contra JD McDonagh. Apenas Aldis se marchó, Chad Gable e Ivy Nile hicieron su aparición. Gable, fiel a su naturaleza burlona, aprovechó para mofarse de Penta y de su compañero Rey Fénix, recordándole la humillante derrota que sufrió frente a El Grande Americano en WrestleMania. La provocación no quedó sin respuesta: Penta le propinó una contundente patada en el pecho a Gable, acompañada de un desprecio final: «pendejo».
Más adelante, Rusev ofreció un emotivo discurso en el que recordó su trayectoria dentro de WWE. Contó que, en algún momento, lo tuvo todo: gloria, títulos, popularidad... pero terminó perdiéndose a sí mismo en el proceso. Tras su salida de la empresa, reveló que regresó a su natal Bulgaria, donde encontró su redención y reconstruyó su vida y su propósito. Ahora, de regreso en WWE, Rusev prometió dedicar su nueva etapa a ayudar a aquellos talentos que han extraviado su rumbo, tal como él mismo alguna vez lo hizo. Con determinación, aseguró que su misión será «arreglar» a quienes aún no han encontrado su verdadero potencial.
En backstage, Sami Zayn tuvo un breve pero tenso encuentro con Karrion Kross. Con su habitual tono enigmático, Kross le recordó que esa noche debía tomar una de las decisiones más importantes de su carrera. Antes de marcharse, le advirtió que pensara bien su elección, insinuando que las consecuencias podrían ser graves si se equivocaba.
Más adelante, se anunció una noticia que sacudió el panorama de WWE: Gunther fue multado y suspendido de manera indefinida por decisión directa de Adam Pearce, luego del brutal ataque que perpetró contra Michael Cole la semana pasada. Aprovechando el momento, Pat McAfee tomó la palabra. Subiéndose a la mesa de comentaristas, el carismático analista recordó al público quién es realmente: un hombre de principios, alguien que desea ser recordado como una persona que dejó el mundo mejor de como lo encontró, un auténtico leal.
McAfee explicó que su intervención no fue un acto impulsivo, sino un deber moral: defender a sus amigos y compañeros, especialmente tras el injustificado ataque a Michael Cole. No se quedó ahí: lanzó un mensaje desafiante para Gunther, asegurándole que si tenía un problema con Cole, entonces automáticamente también tendría un problema con él.
Pat, encendido, pidió la presencia de Nick Aldis en el ring. Cuando el Gerente General de SmackDown apareció, McAfee fue claro en su demanda: quería que levantaran la suspensión de Gunther para poder enfrentarlo en un combate justo. Aldis, visiblemente preocupado, le explicó que no podía levantar la suspensión de manera inmediata, ya que ambos, tanto McAfee como Gunther, son activos valiosos para WWE. No obstante, ofreció una alternativa: oficializar un combate entre Pat McAfee y Gunther en Backlash. Sin pensarlo dos veces, McAfee aceptó el desafío, dispuesto a poner todo en juego en nombre de la lealtad.
Más adelante en la noche, Seth Rollins hizo su entrada en el ring, pidiendo abiertamente que Sami Zayn saliera a resolver las tensiones cara a cara. Sami no tardó en aparecer, bajo la mirada atenta del público. Rollins, en un tono más emotivo de lo habitual, confesó que Sami lo había puesto en una situación muy difícil. Recordó la historia que los unía, no solo como compañeros de trabajo, sino como amigos genuinos, y le dejó claro que su intención no era dañarlo.
Rollins insistió en que él, Bron Breakker y Paul Heyman representan el futuro brillante de WWE, y que su objetivo es liderar esta nueva era hacia algo mejor. Con cierta vulnerabilidad, Seth admitió que desearía tener alguien en quien confiar plenamente, y lamentó que Sami dudara de él, sobre todo después de todo lo que habían compartido en momentos personales, como cuando Sami lo apoyó en su transición a la paternidad.
Sami Zayn, por su parte, reconoció la importancia de su amistad y se disculpó si había herido los sentimientos de Seth, pero fue tajante: no aceptaría ser manipulado emocionalmente. Le recordó a Rollins que nunca ha sido de los que retroceden ante un desafío, y que no permitiría ser intimidado, ni siquiera por un amigo. Sami aseguró que ha enfrentado amenazas toda su vida y que puede lidiar con ello, pero jamás aceptaría ser forzado a tomar decisiones bajo presión.
Con una convicción inquebrantable, Sami dejó claro que su camino al Campeonato Mundial será a su manera, sin atajos ni alianzas cuestionables. Mirándolo fijamente, le expresó su amor y respeto como amigo, pero selló su postura con un contundente «Vete al infierno».
Inmediatamente después, Paul Heyman y Bron Breakker hicieron su aparición, listos para el evento principal de la noche: un combate crucial entre Bron Breakker y Sami Zayn.
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